Te daría las gracias ahora en silencio, por decirme el nombre de la capital de Islandia, ese día que hablando de todo y de nada, recordaste que de niño te aprendiste el nombre de todas las capitales del mundo y trataste de enseñármelas. Me aprendí esa más que ninguna otra, gracias a tu incesante curiosidad inusual, a mi memoria selectivamente acústica, y no me esperaba que hace unos días, decidiera habitar mi mente con todos sus sublimes paisajes. Reikjavik, como un destello de gaviotas fugaces en medio del hastío cotidiano. Te daría las gracias ahora en silencio, si ese no fuera el lugar que escogería para escaparme, después de toda una vida sin encontrarnos de nuevo, a donde decidiría ir a borrarme tu nombre del alma desde lo alto, fundiendo el blanco de esas montañas y los azules del océano atlántico en un solo color en esta mirada… porque es así cariño, pertenezco allí, cuando te sueño, despierto y recuerdo que estás tanto o más lejos de mi que Reikjavik.
REIKJAVIC
Actualizado: 29 may 2020
Kommentarer