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APUNTES SUBVERSIVOS DE TEORÍA DE KING KONG - VIOLACIÓN Y PROSTITUCIÓN -

  • Foto del escritor: Ginger Eyzell
    Ginger Eyzell
  • 31 may 2020
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 3 jul 2020

La primera vez que leí un libro de la escritora francesa Virginie Despentes tenia 16 años, caminaba por los pasillos de una pequeña librería de segunda mano a la que solía ir en mi antigua ciudad, cuando el intelectual con el que salía lo puso en mis manos. Él tenía cierta afición obsesiva con la estética de las armas, y yo estaba incursionando en los placeres de la literatura erótica, el libro se titulaba Fóllame (1993) y tenía un enorme revolver en la portada con un color de fondo violeta muy llamativo, lo suficientemente atractivo como para que fuera el primer libro de regalo, inicio de una relación con una gran cantidad de admiración intelectual pero poca humanidad por cierto, pero esas pesadillas me las reservo para otros poemas. Lo que sí quiero decir es que este libro irónicamente me instó a gestar mis primeras ideas feministas, esa voz que estaba harta de ser censurada, de obedecer, de tener miedo, comenzaba a convulsionar y a liberarse. Fue una revelación. La voracidad de sus palabras me hacían parte de su propia catarsis, las protagonistas eran un par de antiheroínas punk - Una prostituta y una actriz porno- que después de un momento turbio en sus vidas y por un incidente acaban en un roadtrip en el que ejercían violencia de forma impune mientras cada una luchaba contra su infierno personal. En este primer libro la autora también narró la escena de la violación que sufrió en el 86´ cuando hacía autostop en Francia, la capacidad de retratar ese realismo crudo lograba una transgresión que generaba empatía.


Teoría de King Kong


En el año 2006 Virginie publica Teoría de King Kong, una serie de ensayos autobiográficos enfocados en temas como la prostitución, la violación y la pornografía desde la mirada de sus experiencias personales. La autora enciende la cámara y nos da el privilegio de ser espectadores en primera persona. El primer capítulo es casi un manifiesto de culto en la actualidad dentro del feminismo:


Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, las mal folladas, las infollables, las histéricas, las taradas, todas las excluidas del gran mercado de la buena chica. Y empiezo por aquí para que las cosas queden claras: no me disculpo de nada, ni vengo a quejarme. No cambiaría mi lugar por ningún otro, porque ser Virginie Despentes me parece un asunto más interesante que ningún otro.

Despentes, 2006, p. 11.


Es imposible no decidir avanzar después de la declaración de intenciones del primer capítulo, la crítica a la sociedad patriarcal es visceral, incluye también esa que perjudica a los hombres que no encajan dentro del estereotipo de macho violento sin sentimientos. Lo que sí es necesario destacar es que aunque Teoría de King Kong sea vendida actualmente como un ensayo feminista, y la autora si que hace algunos análisis críticos sobre los temas que aborda, este libro tiene más tintes de relato autobiográfico que de ensayo crítico. Virgine no pretende darle lecciones a nadie:


He sido puta, me he paseado por la ciudad con tacones altos y escotes largos sin rendir cuentas a nadie, cobraba y me gastaba cada céntimo que ganaba. He hecho autostop, me violaron y después volví a hacer autostop.

Despentes, 2006, p. 21


En el tercer capítulo del libro - Imposible violar a una mujer tan viciosa- Virgine se desnuda el coño reflexionando acerca de su violación, comenta que en los años posteriores a esa noche intentaba encontrar el consuelo en las bibliotecas y no había una sola voz que la hiciera sentir acompañada, ninguna mujer que hubiera logrado publicar una novela haciendo de la violación el tema argumentativo. Fue en esa época cuando vislumbró por primera vez una perspectiva diferente al respecto al leer casualmente el artículo de una feminista italoamericana muy controversial llamada Camille Paglia en 1990:


Y eso la lleva como de oca en oca, a hablar de la violación. He olvidado los términos exactos. Pero era algo así, en esencia. <Es un riesgo inevitable, un riesgo que la mujeres deben tener en cuenta y deben correr si quieren salir de sus casas y circular libremente. Si te sucede, levántate, dust yourself, desempólvate y pasa a otra cosa. Y si eso te da demasiado miedo, entonces quédate en casa de mamá y dedícate a hacer la manicura>

Despentes, 2006, p. 49.


La propia Virginie Despentes admite haber sentido rabia después de haber leído el texto, porque podría interpretarse como la normalización de la violencia sexual, y el hecho de que nos adaptemos a ese mecanismo de opresión patriarcal no estaría combatiéndolo. Pero sí que propone una reflexión interesante en nuestra manera de seguir concibiendo la violación como un trauma del que no se retorna, sobretodo al atacar el estigma social que re-victimiza a las mujeres abusadas de manera condescendiente aislándolas aún más en su silencio. Virgine se contrapone a vivir condicionada al miedo. Cuando hace memoria del relato de su violación, recuerda la culpa que ha sentido por no haberse atrevido a usar la navaja que tenía en la cazadora por una cuestión de indefensión aprendida. Ni a las niñas ni a las mujeres se les enseña a protegerse, pero cuando se atreven a hablar sobre el abuso que han sufrido es el primer cuestionamiento que les hacen. ¿Por qué no te defendiste? Es una pregunta que todas las que alguna vez sufrimos abuso hemos escuchado, siempre es más fácil dudar como acto reflejo. Sobre esto Virginie apunta:


Estoy furiosa contra una sociedad que me ha educado sin enseñarme nunca a golpear a un hombre si me abre las piernas a la fuerza, mientras que esa misma sociedad me ha inculcado la idea de que la violación es un crimen horrible del que no debería reponerme. (…) Resulta sorprendente que en 2006, mientras que todo el mundo se pasea con minúsculos ordenadores portátiles, con cámaras de fotos, teléfonos, agendas y aparatos de música en el bolsillo, no exista todavía un solo objeto que podamos meternos en el coño cuando salimos a dar una vuelta y que cortaría en pedazos la polla del primer idiota que quisiera entrar sin permiso. Quizás no sea deseable que el sexo femenino sea inaccesible por la fuerza. Es necesario que siga abierto y temeroso: una mujer. Si no, ¿qué definiría la masculinidad?

Despentes, 2006, p. 56.


Teoría de King Kong ha sido cuestionado dentro de algunos sectores del feminismo como el de corriente abolicionista. Ha de ser porque la autora relata que pudo ejercer en condiciones decentes la prostitución de forma ocasional durante dos años, defiende el derecho de la mujer de comerciar con su sexualidad y enriquecerse de forma autónoma si así lo decide. En el capítulo 4 - Durmiendo con el enemigo- Virginie nos adentra en el recuadro de sensaciones de sus experiencias:


Los clientes más bien fueron cariñosos conmigo, atentos, tiernos. Mucho más que en la vida real. (...)lo que era difícil de soportar no era su agresividad o su desprecio, ni nada de lo que querían, si no más bien su soledad, su tristeza. su piel blanca, su timidez desamparada, los fallos que dejaban al descubierto, sin maquillaje, su fragilidad expuesta. Su vejez, sus ganas de carne fresca contra su cuerpo de viejo. Sus tripas cerveceras, sus pollas pequeñas, sus culos caídos o sus dientes amarillentos (...) Los clientes estaban llenos de humanidad, de fragilidad, de angustia. Y eso, después, se te queda pegado como un remordimiento.

Despentes, 2006, p. 77


Este es uno de los testimonios mas crudos y humanos que narra Virginie sobre el trabajo sexual, los años en que ejerció la prostitución los considera esos en los que exploró los propios límites de su sexualidad sin ningún tipo de consideración moral, donde conoció a muchísimas mujeres interesantes, y saboreó por primera vez la emancipación económica. También hace un análisis crítico de la imagen de la prostituta en la sociedad, que se centra en mostrar una cara de la prostitución que no es la más sórdida que estamos acostumbrados a ver en los medios de comunicación, si no aquella en la que la mujer se empodera bajo sus propios preceptos, probablemente esa minoría que no deja de ser importante pero se intenta invisibilizar.


Teoría de King Kong es un controversial bajo las narrativas feministas, pero es una obra literaria excepcional, los acercamientos a las vivencias particulares que narra la autora con un lenguaje realista y ritmo frenéticamente rico en sus reflexiones al respecto, son capaces de generar un punto de inflexión importante, que nos lleva al quiebre de esas posturas de comodidad moral e intelectual que tenemos sobre temas que siguen siendo tabú en nuestra sociedad actual. Debido a sus grandes rasgos subversivos, el libro generó un gran impacto y excepcional recepción en el público, y aunque las reflexiones sean más individuales que colectivas, casi como a manera de confesión, es un libro enriquecedor para hombres y mujeres que se interesen en la de-construcción de los modelos de género que han querido imponernos desde una sociedad patriarcal para controlar nuestro deseo. Teoría de King Kong es un grito de guerra que nos obliga a cuestionarnos desde qué lugar fue escrito. Por último esta frase sobre la prostitución de esta amante del punkrock y los films violentos:


No estoy afirmando que en cualquier condición y para cualquier mujer esta forma de trabajo resulte anodina. Pero teniendo en cuenta que el mundo económico actual es lo que es, es decir una guerra fría sin piedad, prohibir el ejercicio de la prostitución en un marco legal adecuado, es prohibir a la clase femenina enriquecerse y sacar ventaja de su propia estigmatización.


Despentes, 2006,p. 98.






King Kong Théorie es el título original de la obra, fue traducida al español por Paul B. Preciado, y publicado por la editorial Literatura Random House en 2006. La autora francesa Virginie Despentes (1969) antes de ser reconocida como escritora fue prostituta, vendedora de discos y crítica de cine porno. Su primera novela Fóllame(1993), unos años después de ser publicada fue llevada al cine francés con el nombre de Baise-moi(2000), dirigida por la también cineasta autora, junto a la actriz y directora pornográfica Coralie Trinh Thi(1976) de origen alemán. Fue censurada en algunos países como Canadá, Australia y El reino Unido, por su alto contenido sexual y violencia explícita. Su más reciente y ambiciosa trilogía Vernon Subutex (2018) se convirtió en un best seller con excelentes críticas. Actualmente es una referente en el feminismo debido a la expansión de sus libros en Europa y América Latina como en su participación en movimientos feministas como el #Metoo.

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